lunes, mayo 30, 2005

  Chindogu

Chindogu es una antigua palabra japonesa empleada para denominar el "arte de inventar cosas inútiles". Ciertos personajes, nipones en su mayoría, se dedican a inventar artículos que son casi inútiles, aunque con cierto ingenio.

Parece que llevan a cabo la máxima del Gran Soldador:
"Una necesidad, una solución"

Pero no todos los inventos pueden ser Chindogu (más bien gadgets) ya que estos deben seguir un curioso decálogo:

1. No podrás utilizar ningún Chindogu.
Es fundamental para el espíritu del Chindogu que los inventos que reclamen dicho status sean, desde un punto de vista práctico, (casi) totalmente inútiles. Si inventa algo que resulta ser tan práctico que lo utiliza constantemente, habrá fallado en la creación de un Chindogu. Diríjase a la Oficina de Patentes y Marcas.

2. Deberás fabricar el Chindogu.
No puede utilizar un Chindogu, pero debe construirlo. Debe poder tenerlo en su mano y pensar - “ Puedo imaginarme gente utilizando esto.” Para poder ser inútil, tiene que empezar por ser.

3. El Chindogu contendrá el espíritu de la Anarquía.
El Chindogu es un objeto creado por aquel hombre que se haya liberado de las cadenas de la utilidad. Representa la libertad de pensamiento y de acción : la libertad de desafiar el aplastante dominio histórico ejercido por la utilidad conservadora. La libertad de ser (prácticamente) inútil.

4. Encontrarás tu Chindogu en los objetos cotidianos.
El Chindogu es una forma de comunicación no-verbal comprensible por todos en todas partes. Los inventos especializados o técnicos, como un pico de loro con tres empuñaduras para las juntas situadas entre dos puertas de armario bajo un lavabo (cuya inutilidad tan sólo la comprenderán los fontaneros), no cuentan.

5. No venderás jamás un Chindogu.
Un Chindogu no es un bien vendible. Si acepta dinero o cambio de un Chindogu, lo hace perdiendo su pureza. No puede ni siquiera venderse uno para gastar una broma.

6. El Chindogu deberá existir para algo más que para hacer reír.
La creación de un Chindogu es fundamentalmente una actividad destinada a aportar soluciones. El humor que surja de ello tan sólo es un aspecto secundario de una solución complicada o poco habitual para un problema que en definitiva quizás no era tan problemático.

7. No podrás hacer ningún tipo de propaganda con un Chindogu.
Un Chindogu es inocente. Está hecho para ser utilizado, incluso si no puede ser utilizado. No puede crearse con el único fin de hacer una observación perversa o irónica sobre el deplorable estado de la humanidad

8. El Chindogu no abordará ningún tabú.
La Sociedad Internacional del Chindogu ha establecido determinadas reglas de decencia social. No se utilizarán las bromas sexuales, el humor vulgar y las bromas perversas o crueles que ataquen el carácter sagrado de los seres vivos.

9. Jamás patentarás un Chindogu.
Un Chindogu es un regalo para el resto del mundo. Así pues no es una idea que pueda registrarse, patentar o poseer. Como dice el refrán español, mi Chindogu es tu Chindogu.

10. Los Chindogus no tendrán prejuicios.
Un Chindogu no puede privilegiar en ningún caso ninguna raza o religión por encima de otra. Viejos y jóvenes, hombres y mujeres, ricos y pobres, todos deberían tener la misma oportunidad de disfrutar de cada Chindogu..


--> Puedes ver algunos ejemplos por aquí y por allá...